El guerrero de la rima nunca se desanima
se apoya en fuerzas divinas pero no las subestima,
su alma es como un ave y él vuela,
desvela claves y sabe que ahí fuera,
las fieras esperan que muera.
Aunque duelan los motivos,
su objetivo cumple,
sin incertidumbre,
no sucumbe hasta que vislumbre la cumbre.
Y tuve al mal brutal en un ritual combativo,
permaneciendo en guardia aunque parezca dormido,
se siente vivo y da gracias,
y no hay lugar que le pueda intimidar bajo
ninguna circunstancia.
Entrena y la cena no frena su emblema, paciencia,
para el todo es posible con practica y experiencia,
perseverancia, confianza, poder preciado,
armado con dictados, alados aliados al lado.
Legado de vivencia,
experiencia de un pasado que marco su espíritu,
no le pierde el ímpetu tampoco el tedio,
se muestra serio,
toma cada decisión con tensión pero sin nervios,
pone remedio al desánimo y no culpa al prójimo,
viendo grandes verdades en los detalles anónimos.
Recorre ciudades, se enfrenta a sus rivales,
conoce sus defectos y también sus cualidades,
ante las dificultades siempre se esfuerza y se crece,
si se desvanece y perece se lo merece.
Cuando su don establece nadie puede superarlo,
permanece en silencio si intentan impresionarlo,
aprende de sí mismo, a veces lucha con quien quiere,
su dolor no le hiere, prefiere ser él el que espere,
a que sus fieles papeles le llenen de paz y de gloria,
y si vencen lo celebra pero no se vanagloria,
para él cada victoria es otro paso hacia la cima,
estos son los designios del guerrero de la rima.
Y no hay quien le pueda vencer,
saber aprender del ayer,
buscar la luz entre las sombras si alguien le nombra,
estar ahí para responder.
Nada que temer, nada que perder,
cuando la espada esta afilada y la mirada que acorrala es cruel,
cuando nada quiero y nada espero,
en el camino del guerrero solo la palabra es fiel.
El guerrero es sabio, hace del escenario un santuario,
cielo de discípulos, infierno de adversarios,
pide con la presión y no le daña,
su razón es una acción de una reacción instantánea.
Lo que el guerrero enseña no puede hacerlo solo,
necesita compañeros con quien luchar codo a codo,
ese modo su poder se multiplica, se aplica,
y sale en busca de consejos si las cosas se complican.
En su silencio medita y actúa con firmeza,
ama la naturaleza respetando su belleza,
el guerrero es como el agua y fluye, nunca huye,
ni martillos ni cuchillos le destruyen.
Los esquiva con frialdad, exhibe seguridad, tranquilidad,
y nace de cada nuevo día una nueva oportunidad,
aunque sienta miedo arriesga de forma intachable,
nada es inalcanzable, no acepta lo inaceptable.
Así prepara sus armas, no se conforma con dar más,
recobra la calma cuando da forma y adorna su obra,
su rap no entiende de normas ni dogmas,
lo que ve y lo que vive, así lo escribe, lo transforma.
Sin rendición ni tregua, su creación le alegra,
el guerrero jamás piensa en qué dirán las malas lenguas,
recorre leguas y trata a todos por igual,
para el guerrero el respeto es algo fundamental.
Quemó recuerdos manchados de miedos y temores,
porque falló, mintió, retrocedió y sufrió temblores,
asimiló sus errores como parte de la vida,
su esperanza y su fe nunca se vieron corrompidas.
Ni heridas por el odio de otros, que envidiaban logros,
firmados con su puño y letra sobre sus hombros,
cargo el peso de sus metas,
prohibiéndose descansar hasta dejarlas completas.
Apoyado en el poder de un micrófono camina,
estos son los designios del guerrero de la rima.
Y no hay quien le pueda vencer,
saber aprender del ayer,
buscar la luz entre las sombras y si alguien le nombra,
estar ahí para responder.
Nada que temer, nada que perder,
cuando la espada esta afilada
y la mirada que acorrala es cruel,
cuando nada quiero y nada espero,
en el camino del guerrero solo la palabra es fiel.
El camino del guerrero, Nach,
conquistando escenarios,
de barrio en barrio,
día tras día.
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