Definitivamente, ha empezado la cuenta atrás. Hoy puedo decir que me queda menos de un mes para tener 18 años, con todo lo que eso implica: sus libertades, pero también su responsabilidades.
Todo el mundo quiere tener 18 años, y en este momento me asalta la duda: ¿y yo?
Quiero conducir, quiero votar, quiero... ¡yo qué sé! ¿Donar sangre?
... pero no quiero tener la responsabilidad de conducir, no quiero tener la responsabilidad de votar...
Es complicado. Podría decir que soy como Peter Pan, que no quiero crecer; también podría decir que me gusta más el número 17 que el 18 (que es verdad, quizás porque nací en 17)... pero no serviría de nada: el tiempo avanza inexorablemente hacia nuestro destino. Y ahora van a ser 18, pero luego serán 19, después 20 y luego ya...
En fin, no hay nada que hacer, así que sólo queda mirar hacia delante y como yo digo siempre, "lo que tenga que pasar, pasará; ya habrá tiempo de plantarle cara".
Sin embargo, I still say that I wanna be seventeen forever.
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